Un británico, que servía de conserje en una antigua mansión, fue despedido por entregar una repisa del período Tudor (1485-1603) valorado en más de 6,3 millones de dólares a un desconocido tras descartarla como «basura», según declaró el exempleado, citado por medios locales durante en un tribunal laboral.

Brian Wilson, exvigilante de Seighford Hall, una casa histórica en la ciudad de Stafford que data del siglo XVI, perdió su trabajo en noviembre de 2020 después de que los empleadores descubrieran que el hombre había dejado que un transeúnte se quedara con un artefacto de 460 años de antigüedad que llevaba el escudo real de la reina Isabel I.

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Wilson afirmó haber pensado que la repisa de roble estaba cubierta de carcomas y podrida por hongos, por lo que decidió sacarla afuera y colocarla en una pila de trastos destinados a ser quemados, cuando un hombre que pasaba por la zona pidió recogerla por un pago nominal.

«Lo dejé que se lo llevara, ya que para mí sería menos basura para botar», explicó Wilson al juez.

Después de haber guardado la pieza durante más de un año con el fin de cortarla y utilizarla como leña, el nuevo dueño de la repisa fue advertido por un historiador que la pieza era extremadamente valiosa y se la podía vender a un buen precio. Entonces, el hombre la llevó a una subasta local, que confirmó que se trataba de un hallazgo «sensacional» y añadió que estaba con «daños mínimos» y en un «excelente estado para sus más de 400 años».

Wilson, por su parte, fue despedido por una «falta grave», tras no asistir a una audiencia disciplinaria relacionada con la desaparición del artefacto, pero acabó ganando el juicio laboral después de que un juez calificó el despido como injustificado.