Descubren que el interior de la Tierra se ‘traga’ mucho más CO2 del que se creía

Recientemente, un grupo de científicos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y la Universidad Tecnológica de Nanyang (Singapur) ha descubierto que un complejo proceso tectónico arrastra más carbono al interior de la Tierra de lo que originalmente se pensaba.

Este proceso se conoce como subducción, y consiste en el hundimiento de una placa litosférica bajo el borde de otra placa, formándose los llamados límites convergentes. La placa subducida, la que se hunde, suele estar formada por corteza oceánica, más delgada y densa que la continental, por lo que arrastra consigo los restos de organismos y conchas marinas (que almacenan carbono) hacia las profundidades del planeta.

Anteriormente se creía que la mayor parte de este carbono regresaba a la superficie y a la atmósfera mediante las erupciones volcánicas, pero los nuevos resultados del estudio, publicados en la revista científica Nature Communications, sugieren que esto solo ocurre con aproximadamente un tercio del carbono. El resto permanece encerrado a largo plazo.

Los investigadores llevaron a cabo una serie de experimentos en los que reprodujeron la presión intensa y las altas temperaturas de las zonas de subducción para crear las condiciones extremas que se producen en el interior de la Tierra y adquirir un mejor entendimiento de estos procesos.

De este modo, descubrieron que las rocas carbonatadas se vuelven menos ricas en calcio y más ricas en magnesio cuando se canalizan más profundamente en el manto. Esta transformación química hace que el carbonato sea menos soluble, lo que significa que no se absorbe en los fluidos que abastecen a los volcanes. En cambio, casi todo el carbonato se hunde a mayor profundad en el manto, donde eventualmente puede convertirse en diamantes.

«Nuestros resultados muestran que estos minerales son muy estables y ciertamente pueden encerrar el CO2 de la atmósfera en formas minerales sólidas que podrían resultar en emisiones negativas», dijo el físico de minerales Simon Redfern, de la Universidad Tecnológica de Nanyang.

Pese a que aún es necesario realizar más investigaciones en este campo, Redfern concluye que los resultados del estudio podrían suponer un avance en la lucha contra el cambio climático, ya que «ayudarán a comprender mejores formas de (acelerar artificialmente el proceso de) encerrar el carbono en la Tierra sólida, fuera de la atmósfera».