Una máscara de hierro de 1.800 años, hecha para proteger rostro y cabeza y sin lugar a dudas perteneciente a un soldado romano, fue encontrada en el centro-norte de Turquía. El hallazgo se hizo durante las excavaciones de una estructura fortificada en la antigua ciudad de Adrianópolis (actual Edirne), también conocida antaño como Cesarea y Proseilemmene, en la provincia de Karabuk.

Adrianópolis, fundada en el siglo I a.C., fue uno de los mayores asentamientos en la región hasta el siglo VIII d.C. Explorada desde 2003, los arqueólogos han descubierto allí 14 estructuras, entre ellas un edificación amurallada en la que se encontró ahora el casco o máscara de caballería.

«Suponemos, por el muro de fortificación, que se trata de una estructura militar», dijo a Gazet Global el arqueólogo Ersin Çelikbaş, de la Universidad de Karabuk.

Especialistas del Departamento de Arqueología de esa institución universitaria destacaron, además, que estos descubrimientos dan cuenta de la influencia del Imperio Romano en la región occidental del Mar Negro a principios del siglo III d.C.

Tras las excavaciones en esa antigua ciudad, famosa por los mosaicos en los pisos de sus iglesias y por la confluencia de los ríos Geon, Phison, Tigris y Éufrates, los hallazgos pequeños son llevados a los museos de las provincias circundantes, mientras que los inamovibles se conservan en el lugar.

Los expertos sugieren que en Adrianópolis se estableció una base militar con el objetivo de lograr «una zona de defensa frontal que evitara todo tipo de peligros provenientes del este y del Mar Negro», por lo que esta sería «una de las ciudades defensivas más importantes de Roma«.

Çelikbaş admitió que, aunque se han encontrado datos importantes que refrendan la presencia del Imperio Romano en el área, «la historia de las zonas interiores de la región occidental del Mar Negro aún no ha sido aclarada por completo».