De gasolina a hidrógeno: el proceso para salvar los coches contaminantes
De gasolina a hidrógeno: el proceso para salvar los coches contaminantes. Son muchos los que piensan que el hidrógeno es la energía limpia del futuro. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Por eso, y en vías de seguir favoreciendo a los vehículos que pueden ser más contaminantes, se ha encontrado una solución para transformar un coche de gasolina con motor de combustión en uno de hidrógeno… sin tener que desecharlos.
Adaptar los motores de gasolina a hidrógeno es posible
Tras el crecimiento de las ventas de vehículos híbridos y eléctricos, parece que le va llegando el turno a la otra forma de propulsión sostenible, la de los vehículos con motores alimentados por pila de combustible o pila de hidrógeno. Pero también es verdad que los hay que no quieren dejar los suyos de combustión.
Y es que, ante la normativa que busca dejar de vender y poner fin a los coches y furgonetas nuevos con motor de combustión en el año 2035, ha aparecido un nuevo sistema en forma de solución que pretende que sigamos contando con nuestros coches actuales de gasolina o diésel… sin tener que desechar sus motores.
O lo que es lo mismo; adaptar los propulsores de una forma sencilla. Porque sí; aún queda mucho por negociar para que la implementación de esta prohibición sea real, pero la tendencia va tomando forma, con el mercado no siendo ajeno a ello, por lo que el coche eléctrico va ganando terreno irremediablemente.
De qué trata
La decisión de la Eurocámara se confronta con una realidad complicada en muchos mercados europeos, incluido el español. El 64% de turismos en circulación tienen más de una década, y la edad media del parque móvil supera ya los 13 años de antigüedad. Además, casi todos los coches son de combustión, por lo que la transición hacia un parque limpio parece complicada en poco más de una década.
De ahí que haya soluciones como la de la empresa francesa de New Times para transformar los motores térmicos de gasolina y diésel en motores de hidrógeno cero emisiones, limpios. De hecho, señalan, ya han realizado las primeras pruebas y ahora van a llevar las pruebas directamente a los vehículos. Consideran que no tiene sentido intentar tirar a la basura los más de mil millones de vehículos de combustión que circular por el mundo.
Hablamos de una empresa con una larga trayectoria en el campo del software de automoción, y de la que ahora ha volcado su investigación en un sistema que puede convertir cualquier tipo de estos motores. El proyecto se trata de la tecnología denominada como THOM (Thermal Hydrogen Oxygen Mobility). «Debemos dejar de satanizar los vehículos con motores de combustión interna. Actualmente hay más de mil millones de vehículos de este tipo en el planeta. Imagina lo que pasaría si tuviéramos que tirarlos a la basura y hacer unos nuevos», mencionan.
Conducir limpiamente sin cambiar de coche
Al mismo tiempo, fabricantes como Toyota, Hyundai (como el Nexo), Honda, Yamaha, Subaru, Mazda, Kawasaki o Punch Powetrain, entre otros, están impulsando el uso de hidrógeno como combustible ante la gasolina. Esta idea, que no es precisamente nueva, consiste en la adaptación de motores tanto diésel como gasolina, para quemar hidrógeno, lo que permite mantener con vida los propulsores de combustión interna para todo tipo de aplicaciones: transporte privado, pesado, aplicaciones marítimas…
«Los vehículos menos contaminantes son los que no necesitamos construir; estamos trabajando en un sistema que nos permitirá conducir un vehículo amigable con el medio ambiente sin tener que reemplazarlo con nueva tecnología», dijo su fundador. Como tal, el primer vehículo prototipo estará listo en verano, mientras que el segundo estará terminado a finales de este año. De hecho, las autoridades locales de Occitania, donde tiene su sede la empresa, han subvencionado el programa con una cantidad de 140.000 euros.
«El coche menos contaminante es el que no producimos. Ofrecemos una solución para conducir limpiamente sin cambiar de coche. Nuestra tecnología permite modificar sólo una parte del motor de los vehículos, sin tener que cambiarlo por completo», finalizan.