Un simple mensaje de WhatsApp no ​​solo le costó su trabajo a un becario de una prisión alemana, sino que también podría costarle 50.000 euros (unos 60.000 dólares) en concepto de daños, luego de que compartiera con sus amigos una foto que obligó a las autoridades del centro penitenciario a cambiar 600 cerraduras.

El hombre, que trabajaba en la prisión JVA Heidering en Brandeburgo, puso en peligro la seguridad de la instalación al tomarse y compartir una foto con la llave más importante del centro, que bloquea todas las puertas de las celdas y los pasillos.

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Según medios locales, el ya exbecario, cuya identidad no se revela, probablemente quería presumir frente a sus amigos de su nuevo trabajo, sin darse cuenta de que la clave podría ser fácilmente reproducida por especialistas a partir de la foto, lo que podría haber provocado el riesgo de una fuga masiva de la prisión, que actualmente alberga 657 reclusos.

Al enterarse de lo sucedido, las autoridades de la prisión tuvieron que cambiar todo el sistema de llaves, lo que incluyó la instalación de 600 cerraduras. «Se reorganizaron todas las celdas y puertas de paso», reveló el portavoz Sebastián Brux, explicando que se necesitaron 20 miembros del personal para instalar la nueva configuración de seguridad.

Según Bild, si bien no hay cifras exactas, los expertos estiman que el incidente le habría costado a la prisión 50.000 euros, que podrían ser reclamados al becario. Mientras tanto, se le prohibió ingresar a la prisión «con efecto inmediato», y sus prácticas terminaron, confirmó Brux.

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