«Cuando ocurrió el 11-S, no prohibimos los aviones»: Congresista de EE.UU. rechaza un mayor control de armas tras el tiroteo en Texas
La congresista republicana estadounidense Lauren Boebert rechazó los llamados a reformar la ley de armas tras el tiroteo masivo de este martes en Texas, que acabó con la vida de 21 personas, argumentando que el país norteamericano no prohibió los aviones después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
«Cuando ocurrió el 11-S, no prohibimos los aviones. Aseguramos la cabina», declaró Boebert a Fox News.
En lugar de una reforma de armas, sostuvo la legisladora por el estado de Colorado, hay que reforzar las medidas de seguridad en los centros educativos. «Quiero que nuestras escuelas sean seguras, quiero que sus hijos estén protegidos y quiero que los profesores puedan protegerse a sí mismos y a sus alumnos», indicó, agregando que eso se puede lograr «sin tratar de desarmar a los ciudadanos respetuosos de la ley».
«Necesito una forma de protegerme a mí y a mis hijos. Y mi arma de fuego es mi nivelador, mi herramienta para hacerlo», continuó Boebert.
Aunque lamentó el incidente en la escuela primaria de Uvalde, afirmó que lo ocurrido demuestra que «las zonas libres de armas son mortales«.
El miércoles, la política afirmó que los legisladores eran impotentes para detener los tiroteos masivos en el país. «No se puede legislar el mal«, tuiteó. En respuesta, la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez le reprochó la inacción y le aconsejó que renuncie.
«¿Por qué estar en el Congreso si no crees en hacer tu trabajo?», le preguntó Ocasio-Cortez a Boebert. «Simplemente dimite y deja que lo haga alguien a quien realmente le importe, en lugar de actuar como un mueble inútil cuando se dispara a los niños con [el rifle] AR-15 que dejamos que los adolescentes compren por impulso antes de poder tomar una cerveza legalmente«, aseveró.
- El tiroteo en la escuela primaria Robb Elementary en la localidad de Uvalde se cobró la vida de 19 niños y dos adultos, lo que convierte a esta masacre escolar en lamás mortífera en la historia de Texas y en la segunda por número de víctimas mortales entre las ocurridas en colegios a nivel nacional.
- El atacante, Salvador Ramos, de 18 años, fue abatido por los agentes. Entró en la escuela con un arma que había adquirido legalmente justo después de su cumpleaños.