¿Cuál es la base biológica de nuestra capacidad humana única para hablar y leer?
Un análisis del genoma de decenas de miles de individuos identificó la genética relacionada con cinco habilidades relacionadas con la lectura y el lenguaje y confirmó el entrelazamiento de la naturaleza y la crianza en el desarrollo de estas habilidades. El equipo internacional, dirigido por científicos del Instituto Max Planck (MPI) de Psicolingüística y el Instituto Donders en Nijmegen, ambos en los Países Bajos, descubrió también vínculos genéticos con áreas del cerebro relacionadas con el lenguaje hablado y escrito. Los hallazgos se publicaron este martes en la revista PNAS.
«Sabemos desde hace muchos años que las diferencias individuales en las habilidades relevantes [del uso del lenguaje hablado y la lectura] deben estar influenciadas por variaciones en nuestros genomas», dijo este viernes la primera autora, Else Eising, del MPI, en un comunicado de prensa.
Eising es del criterio de que este estudio contribuye a la comprensión de cómo evolucionó el lenguaje en nuestra especie y por qué existen diferencias individuales en estas habilidades, incluso en sociedades donde la mayoría de las personas reciben una educación similar de alta calidad en materia de alfabetización y lenguaje. «Esta es la primera vez que se reúnen conjuntos de datos de decenas de miles de participantes para investigar de manera realmente confiable las muchas variantes de ADN que contribuyen [al empleo del lenguaje hablado y escrito]», agregó.
Los científicos pudieron combinar datos recopilados en todo el mundo. Los 33.959 participantes, de 5 a 26 años de edad, hablaban inglés, neerlandés, español, alemán, finlandés, francés y húngaro, como lengua materna. Primeramente, los investigadores evaluaron cinco habilidades relacionadas con el empleo del lenguaje hablado y escrito (lectura de palabras, lectura de no palabras, ortografía, conciencia de fonemas y repetición de no palabras). Luego, tomaron muestras del ADN a los participantes para realizar un estudio de asociación del genoma.
El estudio mostró que los cinco rasgos analizados están muy relacionados a nivel genético. Los investigadores también identificaron un vínculo genético con diferencias individuales en la neuroanatomía de un área del cerebro relacionada con el lenguaje, el surco temporal superior izquierdo. Se sabe que esta región juega un papel importante (junto con otras áreas cerebrales) en el procesamiento del lenguaje hablado y escrito. También hubo un vínculo genético con partes del ADN que desempeñan un papel regulador en el cerebro fetal.
«La biología de las habilidades relacionadas con la lectura y el lenguaje es muy compleja. Para desarrollar estas habilidades, la exposición al lenguaje, así como la educación en lectura son esenciales. Nuestro trabajo ilustra el entrelazamiento de la naturaleza y la crianza en el desarrollo del lenguaje y la alfabetización», dijo Simon Fisher, director del MPI.