El británico Joseph McCann logró atacar a 11 mujeres y niños, y violar a varios de ellos, después de «los graves fallos» de los miembros de la Junta de Libertad Condicional, que lo liberaron a pesar de que representaba un peligro para la sociedad, indica un informe, emitido tras una revisión del caso.

De acuerdo con las autoridades, el criminal ya en el 2011 presentaba las características de un violador, pero los especialistas no tomaron en consideración esta información y le permitieron salir de la prisión en el 2019.

«McCann fue gestionado por un equipo inestable, carente de profesionales con experiencia y calificados«, declaró el inspector jefe de la Junta de Libertad Condicional, Justin Russell, que realizó la revisión. «Sufrieron de la mala supervisión de la administración, altas cargas de trabajo, mal funcionamiento y elevada rotación del personal», agregó, citado por Sky News.

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Según su informe, una parte de la información importante sobre el criminal se perdió cuando la traspasaron entre los empleados. Asimismo, se dio a conocer que el personal de la Junta de Libertad Condicional «no tuvo una imagen clara» del delincuente y por eso presuntamente tomó sus decisiones basándose en datos «inadecuados», ya que los empleados de la prisión no habían compartido información sobre el peligro que McCann planteaba para la sociedad, hecho, calificado por Russell, como el «más preocupante».

Por su parte, un portavoz del Ministerio de Justicia británico admitió que «hubo horrendos crímenes y nos hemos disculpado con las víctimas por los fallos inaceptables en este caso». Afirmó que, entre otras medidas, las autoridades han mejorado el mecanismo en que las prisiones y el personal de la Junta de Libertad Condicional comparten la información sobre los reos.

McCann fue encarcelado por primera vez después de un ataque con cuchillo, perpetrado en el 2008. En el 2017 salió en libertad y luego volvió a estar tras las rejas hasta que fuera liberado por error en febrero del 2019. Dicha liberación le permitió cometer una serie de ataques sexuales contra mujeres y niños, de entre 11 y 71 años, a lo largo de 2 semanas, hasta que fue nuevamente arrestado. El pasado 9 de diciembre de 2019 fue condenado a 33 cadenas perpetuas.