Al menos 13 miembros del Corinthians y otros 17 del Botafogo dieron positivo para el coronavirus, según informaron los respectivos clubes.

Entre los contagiados están: futbolistas, familiares y miembros de la comisión técnica.

Ambas formaciones reanudaron el sábado sus entrenamientos presenciales bajo un protocolo de salud, que incluye la realización de test rápidos. Estos reportaron el número de contagiados una vez concluidas las actividades por la noche.

El Corinthians de Sao Paulo afirmó en una nota que entre los días 18 y 19 se realizaron 190 test para detectar el nuevo coronavirus. 8 jugadores dieron positivo para el patógeno, así como otros 5 integrantes de la comisión técnica.

Pese a que ninguno de los infectados presenta síntomas de la COVID-19, todos los contagiados permanecerán aislados. Además, estarán alejados de las actividades en el centro de entrenamientos por al menos 10 días. Posteriormente se someterán a nuevas pruebas.

Ya el masajista del club paulista, Raimundo «Ceará», fue ingresado en un hospital al presentar síntomas de la enfermedad, pero «ya ha presentado mejora», según el Corinthians, que no informó si el colaborador ha sido diagnosticado con el patógeno.

Botafogo, otro club con varios casos

En Río de Janeiro, el Botafogo reportó que ha realizado 353 test antes de reiniciar los entrenamientos. 17 personas han dado positivo para el coronavirus: 5 jugadores, 6 integrantes del equipo técnico y otras 6 son familiares.

De acuerdo con un comunicado del club carioca, todos los infectados ya han iniciado un periodo de aislamiento social bajo cuidado del departamento médico.

El Botafogo explicó que retomó las actividades presenciales después que los gobiernos regionales autorizaran el regreso de los entrenamientos futbolísticos.

En Río, el alcalde, Marcelo Crivella, dio un paso más allá y permitió además el regreso del Campeonato Carioca, en momentos en que la pandemia del coronavirus sigue en acelerado.

Precisamente por ello, el alcalde se enfrentó a la resistencia de algunos clubes, como el Botafogo y el Fluminense, que se mostraron contrarios a la retomada de los partidos en junio, y decidió suspender los partidos de ambos clubes hasta finales del mes.