Corea del Sur no descarta desplegar armas nucleares en su territorio
Las autoridades de Corea del Sur no descartan la posibilidad de obtener su propio armamento nuclear o reintroducir armas atómicas tácticas estadounidenses en su territorio si las relaciones con el Norte continúan deteriorándose.
Según el ministro de Unificación surcoreano, Kwon Young-se, actualmente Seúl no está considerando tales planes. «Pero si las relaciones intercoreanas continúan empeorando y las tensiones siguen aumentando, tampoco podemos ignorar indefinidamente el llamamiento del pueblo, en caso de que la opinión pública se incline hacia apoyar el armamento nuclear del Sur en un sentido amplio, como nuestro armamento nuclear, el intercambio nuclear o el despliegue de armas nucleares tácticas estadounidenses», afirmó el funcionario en una entrevista a la agencia Yonhap.
Corea del Sur ha estado libre de armas nucleares desde que EE.UU. las retiró de la península de Corea, a principios de la década de 1990, en virtud de un acuerdo de desarme con la Unión Soviética.
Asimismo, Kwon expresó su temor de que, si continúan las «provocaciones» de Pionyang, la opinión pública de su país deje de apoyar el acuerdo intercoreano para reducir las tensiones militares firmado el 19 de septiembre de 2018.
Presión a Pionyang
Por otro lado, enfatizó la necesidad de continuar los esfuerzos para convencer a Corea del Norte de que abandone sus armas nucleares, lo que considera un objetivo que «no es inalcanzable».
Para lograr dicha meta, el ministro propuso continuar con la política de sanciones, presión diplomática y fortalecimiento de la disuasión extendida hacia el Norte por parte de EE.UU. «No pueden conducir por sí solos a la desnuclearización de Corea del Norte, pero son un medio para llevar al Norte a la mesa [de diálogo]», explicó.
Por su parte, la ministra norcoreana de Asuntos Exteriores, Choe Son-hui, advirtió que su país realizará acciones militares «más feroces» si EE.UU. y sus aliados continúan reforzando dicha estrategia de disuasión.
De acuerdo con sus palabras, cuanto más intensivamente Washington trate de proporcionar a sus aliados las capacidades para la disuasión y cuanto «más intensifiquen las actividades militares provocativas» en la península de Corea y en la región, «más feroces serán las contramedidas militares de la República Popular Democrática de Corea en proporción directa».