¿Confundieron Ruptures con Ruptly? Twitter etiqueta una revista progresista francesa como «medio afiliado al Estado ruso»

La revista francesa Ruptures fue etiquetada la semana pasada por Twitter como «medio afiliado al Estado ruso», justo después de que publicara un análisis en el que criticaba la cobertura en los medios franceses del ‘Russiagate’, la controversia surgida a raíz de las acusaciones sobre una supuesta interferencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016.

El medio recibió la etiqueta menos de una hora después de publicar su artículo, que concluía que el 98 % de los medios franceses «han sido conspiradores» en torno a este tema.

«La redacción de Ruptures, una publicación mensual independiente financiada por sus suscriptores, se ha convertido ahora en un ‘Medio afiliado a un Estado, Rusia'», denunció la revista en un tuit, etiquetando a Twitter France para protestar por la decisión.

La rédaction de @Ruptures_fr, mensuel indépendant financé par ses abonnés, devient aujourd’hui un «Média affilié à un Etat, Russie» ?🧐🤔Allo @TwitterFrance ?🙏🙏Merci à tous d’amplifier cette publication afin de connaître le pourquoi du comment de cet étiquetage soudain pic.twitter.com/mol9AieMKB

— Ruptures (@Ruptures_fr) September 7, 2020

Ruptures es una revista que se describe como progresista y «radicalmente eurocrítica». Ha existido durante casi 20 años, cambiando su nombre de Bastille-République-Nations a Ruptures en 2015, y «basa su credibilidad y su influencia en su independencia«, según destaca la cabecera en otro tuit, en el que asegura que «no depende de ningún Estado».

No está claro si la decisión de la red social se debe a un error — por ejemplo, a una confusión de Ruptures con la agencia Ruptly, que es parte de la familia RT—, si está relacionada con su artículo sobre el ‘Russiagate’ o con una columna sobre las sanciones como guerra de información que el redactor jefe de la revista, Pierre Levy, publicó en 2017 en RT Russian, entre otros posibles motivos.

En un correo electrónico a RT, el periodista Lauren Daure de Ruptures indicó que hasta ahora «no hay explicaciones de Twitter» a pesar de las solicitudes que les han remitido.

Por su parte, Pierre Levy ha dado las gracias en un tuit a todos los usuarios «que se indignaron con la etiqueta», que podría reducir el alcance de las publicaciones. Más allá de que la decisión de Twitter haya provocado «involuntariamente» numerosas suscripciones, el redactor jefe denuncia que «esta calumnia de la independencia es un prejuicio fundamental que debe acabar».

Etiquetas para unos, para otros no

A primeros de agosto, Twitter marcó RT y Sputnik como «medios afiliados al Gobierno de Rusia», tras anunciar que ya no va a recomendar ni amplificar entre los usuarios las cuentas o publicaciones de los medios vinculados con un Estado y que también prohíbe toda su publicidad en la plataforma.

La red social explicó que, actualmente, las etiquetas «aparecen en las cuentas pertinentes de Twitter de los cinco países que comprenden la membresía permanente del Consejo de Seguridad de la ONU» (China, Francia, Rusia, Reino Unido y EE.UU.), y abarcan las «cuentas de gobierno fuertemente involucradas en geopolítica y diplomacia», «entidades de medios controladas por el Estado» y a «personas, como editores o periodistas de alto perfil, asociados con entidades de medios controladas por el Estado».

Mientras que la agencia china Xinhua también está etiquetada, la medida deja de lado a ciertos medios británicos o estadounidenses, como la BBC o NPR, bajo pretexto de que, precisamente en su caso, la fuente de financiación no desempeña papel alguno en la política editorial. La Voz de América (VOA), administrada por una agencia federal del Gobierno de EE.UU., tampoco ostenta la nueva etiqueta, ni la tienen las cuentas de Radio Francia Internacional (RFI) o France 24 pertenecientes a la empresa estatal France Médias Monde.

Previamente, una medida similar fue adoptada por Facebook, que también exceptuó los medios de EE.UU. o la británica BBC, entre otros, al considerar que son independientes.

Rusia tachó el paso de ambas plataformas de política de «doble rasero» y de «violación de principios democráticos clave».

Si te ha parecido interesante, ¡compártelo con tus amigos!