Conducir de noche no es igual para todo el mundo

Conducir una noche despejada y con luna llena por una buena carretera es una experiencia memorable, pero si cambias el escenario (carretera estrecha, curvas cerradas, mucho tráfico, lluvia…), la conducción puede llegar a convertirse en una tortura.

El problema es cuando más que por confianza no te atreves a coger tu coche cuando no luce el sol por temor a sufrir algún tipo de problema de visión. Por lo general, las vías interurbanas, aunque están bien señalizadas, no están bien iluminadas, al tiempo que hay muchos que no las tienen todas consigo por las luces de los coches que vienen en dirección contraria.

Sea cual sea el problema, si tienes pensado viajar después de la caída del sol, o antes de, debes tener en cuenta algunos detalles que te presentaremos a continuación, y que se verán realmente bien para conducir de noche. Ya no solo es que viajarás con más autoconfianza, sino que también lo harás de forma mucho más segura.

Vigilancia, descansos, distancia… para tu seguridad

Hay que tener algo en cuenta; la mayoría de los accidentes en España se producen durante el día, en torno al 70% de los accidentes con víctimas, tanto en vía urbana como interurbana. Sin embargo, aun­que durante la noche, anochecer y amanecer, solo se produce un 28% de los accidentes con víctimas, estos se cobran casi el 40% de los fallecidos y con un mayor porcentaje de acci­dentes mortales (38%).

Y ello a pesar de que es el período con menor intensidad circulatoria. Y es que mientras la tasa de letalidad de los accidentes en España fue en 2021 de 1,2%, la de los accidentes nocturnos, inclui­do atardecer y amanecer, alcanza el 1,69, ¡un 40% más alta! Por eso es tan importante tener en consideración lo que podemos hacer al conducir de noche para una mejor seguridad y comodidad.

• Recuerda encender el alumbrado de cruce al menos una hora antes de la puesta del sol.
• Modera la velocidad. Parece evidente que cuando tenemos una visibilidad reducida, debemos disminuir consecuentemente nuestra velocidad. No obstante, muchas veces olvidamos este importante aspecto y nos dejamos llevar por el hecho de que la carretera se encuentra prácticamente vacía y, lejos de conducir más despacio, aumentamos la velocidad. Es muy importante que no pierdas de vista que debes ser capaz de parar el coche totalmente dentro del campo iluminado por los faros si se produce algún imprevisto. Algunos expertos recomiendan que la velocidad máxima se reduzca un 20% con respecto a las horas diurnas, es decir, 90 km/h en carretera.
• Estate más vigilante. Al conducir de noche debemos aumentar la frecuencia con que se mira por los espejos retrovisores para anticiparse a cualquier situación.
• Aumenta la frecuencia de descansos. Se recomienda detener el vehículo cada hora y media para despejarse y también para poder tener más controlada la limpieza de los cristales y evitar así los peligrosos deslumbramientos.
• Realiza el viaje descansado. En cualquier caso, siempre durante un viaje nocturno es aconsejable realizar paradas de descanso cada hora u hora y media de trayecto.
• Dobla la distancia de seguridad. De noche disminuye tu tiempo de reacción al conducir, y si a esto le sumamos algún posible problema en las luces del vehículo que lleves delante puede ser un serio problema. Así, ir demasiado cerca de otro vehículo es un peligro siempre, pero de noche procura doblar la distancia de seguridad.
• Revisa tu iluminación. Es importante que compruebes que el sistema de iluminación de tu coche funciona adecuadamente. Si somos de los conductores que circulan en horas de menor visibilidad, sería recomendable que aumentemos la frecuencia de revisión. También, y para una mayor comodidad y seguridad, podemos optar por instala los faros inteligentes, la visión nocturna con infrarrojos, las luces de xenón o LED.