Cho Ju-bin, un hombre coreano de 25 años, fue condenado a 40 años de prisión por el Tribunal Central de Distrito de Seúl tras ser declarado culpable de organizar la mayor red virtual del tráfico sexual en el país, según informa la agencia Yonhap.

Los fiscales habían solicitado que fuera condenado a cadena perpetua, alegando el daño irreparable que sufrieron las víctimas; sin embargo la pena final ha sido de 40 años de privación de libertad, además Cho deberá pagar una multa de 100 millones de wones (cerca de 90.000 dólares) y no podrá trabajar en instituciones con menores durante los 10 años siguientes a su puesta en libertad.

Cho y sus cómplices habían sido acusados de organizar una red delictiva que entre mayo de 2019 y febrero de 2020 chantajeó a 74 mujeres, 16 de las cuales eran adolescentes, para que filmaran contenido sexual que luego se distribuía entre los miembros de Baksabang, una sala de chat en línea en Telegram.

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Los cuatro cómplices de Cho han sido condenados a penas de prisión de entre 7 y 15 años. Lo más inaudito de este caso es que uno de los socios del depredador sexual tiene tan sólo 16 años. No obstante, la corte de Seúl dictó el veredicto más severo posible que permite la Ley del Menor y el adolescente pasará los siguientes 10 años entre rejas.

Este caso conmocionó a la sociedad coreana y millones de ciudadanos firmaron una petición que instaba a las autoridades a revelar las identidades de los que habían hecho uso del contenido abusivo al pagar a la red delictiva que lo difundía, según recoge Reuters.