Una delegación del Ministerio de Defensa de Colombia sostuvo un encuentro en EE.UU. con representantes del Comando Aliado de Transformación de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) y resaltó el compromiso de la administración de Iván Duque con ese mecanismo.

«Colombia, como socio global de la OTAN, busca participar en la transformación de la capacidad de la Alianza en un entorno en constante cambio, abordando nuevas tareas y desafíos», resaltó el Ministerio de Defensa colombiano en Twitter, que publicó su mensaje junto a fotografías del encuentro en la que participó Sandra Alzate, viceministra de ese despacho para las Políticas y Asuntos Internacionales.

En otro mensaje sobre la reunión realizada en Norfolk, Virginia, la cartera de Defensa colombiana destacó que la visita a ese comando, tuvo como objetivo «fortalecer» los canales de comunicación y reiterar el «compromiso de Colombia para trabajar con la alianza», en especial, «la conexión entre la parte política y militar».

A inicios de semana el Gobierno de Colombia realizó en el mar Caribe —cerca de los límites marítimos con Venezuela— el llamado ‘Ejercicio de Interoperabilidad‘, una acción militar desarrollada entre la armada colombiana y la estadounidense, que contó con la presencia del submarino nuclear USS Minnesota de EE.UU.

El ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, resaltó que el ejercicio se realizó «dentro del ámbito de la OTAN» para mostrar las «capacidades» de las fuerzas militares de Colombia, «único país de América Latina» calificado como «socio global» de esa organización «y, por supuesto, de EE.UU.».

Venezuela condena los ejercicios militares de EE.UU. y Colombia con un submarino nuclear en aguas del Caribe

Molano también dijo que con esta acción militar, Washington y Bogotá buscan «garantizar el trabajo conjunto por los intereses» que ambos tienen sobre el mar Caribe.

Venezuela repudió la presencia del submarino nuclear de EE.UU. y calificó las operaciones como «hostiles ejercicios navales» y una «agresión de Colombia a la paz y estabilidad regional«.

El canciller venezolano, Félix Plasencia, señaló a Bogotá de ser «servil a la guerrerista OTAN» y de prestarse «para la imposición de una anacrónica agenda de guerra fría», que «pretenden traer a Latinoamérica».