Un nuevo estudio dirigido por un grupo internacional de investigadores reveló que algunas arañas pueden flotar al utilizar el campo magnético presente en la atmósfera terrestre, informó la revista Physics el pasado viernes.

Debido a la dificultad para realizar mediciones de la actividad electroestática de un hilo corto en condiciones controlables de laboratorio, los científicos desarrollaron un algoritmo informático que les permitió simular las fuerzas electroestáticas que actúan sobre la seda que producen las arañas.

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Para realizar las simulaciones, se modelaron las características físicas de una araña del género Erigone, que fue representada como una esfera sólida de 2 mm de ancho, la cual podría configurarse con 2, 4 o hasta 8 hilos, que fueron recubiertos con cargas eléctricas. Los hilos estaban unidos a la parte superior de la esfera, que fue colocada en posición vertical al inicio del experimento.

Los investigadores tomaron en cuenta diversos parámetros físicos, tales como la gravedad, el campo eléctrico de la atmósfera terrestre, la carga eléctrica de los hilos, así como la resistencia del aire de estos.

¿Qué demostró la investigación?

Los resultados del estudio, publicado en la revista Physical Review, demostraron que la araña puede elevarse del suelo debido a la influencia del campo eléctrico presente en la atmósfera. A medida que la araña se desplaza hacia arriba, los hilos permanecen unidos al cuerpo del arácnido.

La araña en un momento dejará de flotar puesto que el peso de su cuerpo en combinación con el aumento de la resistencia del viento provoca que el arácnido empiece a bajar gradualmente hacia el suelo. Las fuerzas ascendentes y descendentes determinan la velocidad ascendente final de una araña, que en promedio fue de 8,5 cm/s. Los valores de las velocidades ascendentes coincidieron con estudios experimentales realizados anteriormente con arañas Erigone, que fueron encerradas en una cámara que tenía un campo eléctrico controlable.

Los científicos concluyen que si los múltiples hilos se encuentran cargados eléctricamente, podrán mantenerse de forma ordenada sin enredarse, lo cual sucedería en ausencia de cualquier campo o carga eléctrica.

«Creemos que, al menos para las arañas pequeñas, el campo eléctrico, sin la ayuda de las corrientes de aire ascendentes, puede provocar el vuelo arácnido», comentó Charbel Habchi de la Universidad de Notre Dame-Louaize (Líbano), aseverando que las arañas más grandes requieren un impulso de flujo de aire para que puedan elevarse. Los científicos esperan estudiar el comportamiento de las arañas Erigone en hábitats naturales, con el propósito de medir la carga eléctrica, la resistencia de viento y otros factores ambientales, que les permiten elevarse por los aires.

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