China revela en un simulacro militar sus tácticas disuasorias contra el secesionismo de Taiwán

China llevó a cabo un ejercicio militar con el objetivo de demostrar a Taiwán que Pekín tiene suficientes medios para recuperar la integridad territorial del país, según informan medios de la China continental.

Aunque no especificó fechas exactas, un reportaje difundido el domingo pasado detalló la agenda de lo que fue un simulacro de desembarco, organizado por el Mando del Teatro Oriental del Ejército Popular de Liberación. El ejercicio involucró a varios buques de la Armada, así como a soldados y equipos bélicos de las Fuerzas Terrestres.

Así, vehículos blindados anfibios de una brigada del 72.º Grupo de Ejércitos fueron embarcados en un buque de asalto también anfibio, clase Yuzhao (tipo 071 en la designación oficial china), junto con lanchas de desembarco aerodeslizante clase Yuyi (tipo 726), que se sostienen sobre cámaras de aire, y varias compañías de soldados.

Al acercarse a la posición prestablecida para el ataque, las tropas partieron hacia la costa en los aerodeslizadores, cada uno de los cuales cargaba también un vehículo blindado con sus respectivos tripulantes. Después de ese asalto inicial, otros vehículos blindados anfibios, «en gran número y no transportados por los aerodeslizadores», se lanzaron al agua y llevaron más efectivos hacia la playa para establecer un control total sobre el litoral.

En un comentario concedido a la televisión, el capitán Xiang Shuhua, quien tomó parte en la acción, detalló que las lanchas son más rápidas y más capaces de superar obstáculos que los vehículos blindados anfibios. Otro oficial chino, el comandante Liu Wei, precisó que el ejercicio fue un entrenamiento de transporte y desembarco de cargamento bélico, como también de coordinación entre distintos servicios y de «suministro de tropas polifacéticas de múltiples maneras».

A su vez, en declaraciones difundidas por el periódico Global Times el lunes 10 de mayo, un analista militar señaló que muchas personas en Taiwán y en el exterior no creen que Pekín tenga todo lo necesario para organizar una adecuada operación de desembarco, debido a la alta complejidad de esta clase de misiones. Por eso, añadió, piensan que le resultaría imposible llevar a cabo una reunificación por la fuerza. Sin embargo, simulacros como este y otros que incluyen la aviación de combate ofrecen una visión clara de la situación real y la capacidad china. Tienen también un efecto disuasorio, aseguró la fuente.

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