China construye y prueba con éxito un complejo terrestre que permitirá en un futuro aprovechar la energía solar del espacio
La Universidad de Xidian (China) finalizó la construcción del primer sistema integrado del mundo para probar tecnologías que permitan más adelante la conversión y utilización de la energía solar espacial. La instalación de acero, de 75 metros de altura y ubicada en el campus de la institución educativa, «superó con éxito» este mes las primeras pruebas y tiene el visto bueno de un equipo de expertos para su utilización antes de lo previsto, según un comunicado publicado este martes.
Este complejo alberga cinco subsistemas que permitirán poner a prueba en el planeta Tierra un concepto que China planea desarrollar con la construcción en el futuro de una estación de energía solar basada en el espacio. Una vez construida y puesta en órbita el propósito es recolectar fotones del Sol desde sus paneles, convertirlos en electricidad utilizando células fotovoltaicas y transmitirlos de manera inalámbrica en forma de microondas a un receptor en la superficie terrestre. Esta energía ofrece la ventaja de que puede ser captada y aprovechada en cualquier momento, sin tener que esperar la luz del día o un cielo despejado, como sucede desde la Tierra.
En este contexto, con la denominada «primera planta de energía solar de enlace completo» de los académicos de Xidian, es posible simular todo ese proceso, pero con la luz solar que atraviesa la atmosfera en lugar de la energía solar espacial. Al mismo tiempo, el sistema servirá para ensayar las tecnologías de aprovechamiento efectivo de la energía solar y los métodos para controlar su transmisión.
«Realiza el proceso completo, desde el seguimiento del Sol, la concentración de luz, la conversión fotoeléctrica y la transmisión de microondas, hasta la recepción y rectificación de microondas», asegura el académico Duan Baoyan, que dirige el proyecto.
Los ensayos del pasado 5 de junio permitieron verificar una serie de tecnologías clave. Se encontraron avances en apartados como la concentración de luz de alta eficiencia y la conversión fotoeléctrica, la conversión, emisión, recepción y rectificación de microondas y el diseño de estructuras mecánicas inteligentes, asegura la universidad. Uno de los resultados más notables fue que se consiguió transmitir inalámbricamente energía en forma de microondas a una distancia de aproximadamente 55 metros.
El panel de expertos asegura que los resultados denotan un «avance líder» que sienta las bases para el desarrollo chino de la tecnología de transmisión inalámbrica de energía de microondas y la tecnología de plantas de energía solar basada en el espacio, recoge el diario local People’s Daily. Al respecto, Baoyan cree que, aunque la investigación en este tema está en auge a nivel mundial, la puesta en marcha de satélites en el espacio para su aprovechamiento tomará años y esfuerzo. El costo de lanzar esos satélites y la construcción de los colectores solares, así como otros obstáculos tecnológicos y de seguridad, son algunas de las razones.
Según explica el portal Gizmodo, la propuesta en tierra de China es parte del proyecto OMEGA (Orb-Shape Membrane Energy Gathering Array), de Baoyan y sus colegas, creado por la Administración Espacial Nacional de China en 2014. Dos años antes, la NASA había anunciado un concepto similar, el SPS-ALPHA (Solar Power Satellite via Arbitrarily Large Phased Array), que presentaría un solo satélite basado en el espacio, compuesto por varios elementos más pequeños que podrían transmitir energía a la Tierra.
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