«Central avionera», «mugrosos», «estación de metro»: el desprecio clasista que desató la inauguración del nuevo aeropuerto internacional de México

La inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en México provocó una oleada de comentarios racistas y discriminadores por parte de opositores al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien con esta obra cumplió una de sus principales promesas de Gobierno.

Uno de los motivos de los insultos fue la presencia de vendedoras de comida ambulante, en particular de las famosas tlayudas de Oaxaca, uno de los platillos típicos más consumidos del país, aunque luego usuarios de redes sociales aclararon que en realidad eran tostadas de Toluca, una ciudad del estado en donde se encuentra ubicado el nuevo aeropuerto.

Vamos a transformar todo el odio y el clasismo que hoy vertió la oposición en parabienes a las señoras que valientemente y dignamente sacaron sus productos a la venta en el aeropuerto.Porque ellas se ganan la vida honestamente y también son un ejemplo para nuestro país. pic.twitter.com/H5QqECmxFw

— 𝐕𝐞𝐫ó𝐧𝐢𝐜𝐚 𝕯𝖊𝖒𝖔𝖓𝖎𝖆 (@taller2006) March 22, 2022

A ustedes solo les gustan las Tlayudas cuando ganan concursos de Netflix, pero después hacen comentarios de burla y clasistas.Una Tlayuda ha hecho más por México que un panista ardido.Consuman tlayudas, son deliciosas y son parte de nuestro México. pic.twitter.com/2uFVEHq82E

— Javier Madero (@javiermaderon) March 22, 2022

También abundaron los memes que comparaban al AIFA con supermercados como los que operan en los barrios más populares del país y otros que se burlaban al equiparar los vuelos que partirán de aquí con los voladores de Papantla, un ritual prehispánico que todavía hoy persiste gracias a la defensa que los pueblos indígenas han hecho de su cultura y que ha sido reconocido por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

«Mugroso aeropuerto», «parece una central de camiones», «central avionera», «los baños son muy corrientes», «la gente huele mal, se nota», fueron algunos de los comentarios insultantes que abundaron, y que contrastaron con las felicitaciones que hacían los simpatizantes del presidente o las críticas que, sin atisbo de clasismo, hacían otras personas que advertían sobre las diferencias entre el proyecto que se presentó en maqueta y el que finalmente se inauguró.

Nunca pensé que por culpa de una #Tlayuda México no pueda llegar a ser un país de 1er mundo… #AziNoANLOpic.twitter.com/97UHN6jlD0

— KlauzEquez 🌻🐦 (@PequisChula) March 22, 2022

También hubo comentarios que destacaban que a López Obrador solo lo apoyaba gente «de piel morena» como la que acudió al evento y a las que en varios posteos acusaron como «acarreadas», es decir, que habían ido porque recibieron una prebenda del Gobierno, ya que supuestamente era «obvio» que nunca iban a poder viajar en avión.

«Mejor les hubieran regalado agua y jabón», «nunca vamos a ser de primer mundo», «parece un puesto de tacos», «somos una república bananera», escribieron otros detractores hicieron comentarios racistas del físico de las personas e insistían en hacer comparaciones con EE.UU. o con países europeos.

Lleno de gente que no va a tomar un vuelo, en otros eventos se les conoce como acarreados.Ni hablar, es la Dinamarca en la cabecita de López. pic.twitter.com/JbpIbX3J7c

— Carlos Torres  (@CarlosTorresF_) March 21, 2022

En muchos casos, los insultos fueron acompañados de fotos de las vendedoras de comida y de un puesto ubicado en uno de los pasillos, en el que se podía ver un tanque de gas y los braceros en donde se cocinan los antojitos. Además, había comerciantes que ofrecían gorras, tazas y camisetas del presidente o de su partido, Morena. Todo ello fue motivos de burlas.

Esto, si es clasismo.Decir que el aeropuerto lo entregaron en OBRA NEGRA, no lo es.No sean ingenuos. pic.twitter.com/heeqwbpYbe

— Orlando Guzmán (@LOrlandoGuzman) March 22, 2022

La construcción de este aeropuerto siempre estuvo envuelta en polémica. Al principio, los opositores de derecha siempre vieron la megaobra del NAIM, impulsado durante la gestión del expresidente priista Enrique Peña Nieto (2012-2018), como un aeropuerto de «primer mundo».

No obstante, desde que era presidente electo, López Obrador se opuso a continuar con la «faraónica» obra, ya que su equipo estimaba que concluir ese proyecto costaría en total unos 300.000 millones de pesos (unos 14.851 millones de dólares, al tipo de cambio de 20,2 pesos por dólar). Por lo tanto, propusieron suspender el NAIM, y en su lugar, expandir la capacidad de Santa Lucía.

Así, muchas de las críticas que giraron en torno al AIFA no fueron sobre la capacidad limitada de operación, sino sacando a relucir los prejuicios de un sector de la población mexicana, que se autopercibe de clase alta, que reniega su cultura y que considera válido denostar de sus compatriotas por su color de piel.

«Es mucho el racismo»

El presidente se sumó al debate al lamentar que una de las notas principales haya sido la presencia de las vendedoras de tlayuda, que fueron tratadas con desprecio.

«Qué poco conocen México, las culturas de México, de nuestro país, ya quisieran comerse una tlayuda. ¿Qué quieren? ¿Cómo se llaman las tortas de Estados Unidos? ¡Hamburguesas! Es mucho el racismo, el clasismo y el coraje«, dijo al advertir que para la oposición fue una mala noticia que él cumpliera con su promesa de inaugurar el aeropuerto.

Las agresiones, aseguró, «son parte del desconocimiento de la grandeza cultural de México, de sentirnos superiores a los demás, eso es racismo y clasismo».