Bolsonaro dice que los periodistas «de culo gordo» tienen menos posibilidades de sobrevivir al coronavirus
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a atacar a los medios de comunicación en un acto celebrado en el Palacio Planalto: «La gente de la prensa se burla, pero cuando le pille [el coronavirus] a alguno de sus culos gordos, las posibilidades de sobrevivir son menores», afirmó el mandatario.
Esta vez las declaraciones se produjeron en un evento denominado ‘Ganando al covid-19’, en el que el presidente no hizo ninguna mención a las víctimas y familiares de la pandemia que está afectando gravemente al país, que registra ya casi 115.000 muertes y más de 3,6 millones de positivos acumulados, con 1.721 casos por cada 100.000 habitantes.
El mandatario brasileño también quiso recordar que él ya se había contagiado y culpó al médico Dráuzio Varella por su famoso discurso en el calificaba la enfermedad causada por el nuevo coronavirus como de «gripezinha».
Además, Bolsonaro afirmó que la mayoría de los profesionales de la prensa solo saben «usar la pluma» para «hacer el mal».
Amenaza previa a la prensa
Estas declaraciones del presidente brasileño se producen tan solo un día después de que amenazase a un periodista con «reventarle la boca a golpes».
Esa fue la respuesta del político a un reportero de la cadena O Globo cuando le cuestionó sobre los presuntos pagos irregulares que habría percibido la primera dama por parte de un exasesor de su hijo, el ahora senador Flávio Bolsonaro.
Según un informe publicado por la revista Crusoé, entre 2011 y 2016, ese exasesor habría transferido 72.000 reales (alrededor de 22.000 dólares) a la cuenta de Michelle Bolsonaro.
Otra vez la hidroxicloroquina
A la ceremonia asistieron numerosos profesionales médicos que defendían el uso de la hidroxicloroquina para el tratamiento temprano de la enfermedad, un fármaco sin eficacia probada. Bolsonaro, por su parte, volvió a justificar este medicamento afirmando que si no se hubiera «politizado» habría podido salvar muchas más vidas.
Precisamente su defensa de esta medicina, así como la postura del mandatario en contra de los confinamientos, provocó que sus dos últimos ministros de Salud, Luiz Henrique Mandetta y Nelson Teich, decidieran renunciar a sus carteras tras tener agrias diferencias.