La Unión Europea se abstendrá de introducir un tope inmediato a los precios del gas debido al desacuerdo entre sus Estados miembros entorno a la medida ante los temores a la seguridad del suministro, informa Bloomberg.

Según el medio, este punto no está incluido en el nuevo paquete de medidas de emergencia que la Comisión Europea planea proponer este martes para hacer frente a los altos precios de la energía. Unas medidas que posteriormente pasarán a ser discutidas por los líderes del bloque durante la cumbre programada para el 20 y 21 de octubre en Bruselas. Mientras tanto, los ministros de Energía discutirán sus detalles cuando se reúnan en Luxemburgo la próxima semana.

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«Este es el momento de actuar para este invierno y más allá», reza el borrador del documento, citado por el medio. «La situación actual provoca dificultades económicas y sociales, lo que supone una pesada carga para los ciudadanos y la economía. El aumento de los costes de la energía está provocando una reducción del poder adquisitivo de los ciudadanos y una pérdida de competitividad de las empresas».

¿Cuáles son las propuestas?

Entre las propuestas del organismo figura la opción de que la Unión Europea podría, como «último recurso» y con el permiso de los Gobiernos nacionales, establecer un «precio dinámico máximo» temporal para las transacciones en el centro de Facilidad de Transferencia de Títulos (TTF, por sus siglas en inglés), en Países Bajos, cuyo índice principal se utiliza como referencia para todo el gas negociado en el continente.

Asimismo, la Comisión Europea ofrecería diferentes vías para que los países del bloque puedan utilizar ayuda comunitaria con el fin de hacer frente al impacto de los altos costos de la energía. Según el documento, a los Estados miembro se les otorgaría «la posibilidad de utilizar hasta 40.000 millones de euros de los fondos de cohesión del bloque».

Por otra parte, se planea la creación de una plataforma común de compra de gas destinada a coordinar el abastecimiento de las reservas. Su objetivo final consiste en que los Estados miembro adquieran conjuntamente suficiente gas para llenar al menos el 15 % de su almacenamiento y permitir a las empresas de energía formar un consorcio europeo para negociar contratos a largo plazo.

Otro de los pasos destinados a frenar la inestabilidad de los precios del gas es obligar a los centros comerciales a introducir un «mecanismo temporal de gestión de la volatilidad intradiaria [las fluctuaciones de precios durante una jornada]» para la electricidad y el gas antes del 31 de enero del próximo año.