Bielorrusia envía misiles y drones a la frontera occidental para responder a las «actividades de la OTAN»

El ministro de Defensa de Bielorrusia, Víktor Jrenin, ha ordenado que las tropas en la región occidental de Grodno, en la frontera con Polonia y Lituania, sean reforzadas con unidades de misiles tácticos, drones y sistemas de defensa aérea.

Anteriormente, el presidente bielorruso Alexánder Lukashenko afirmó que el aumento de «las actividades de la OTAN» en las fronteras occidentales de la nación (refiriéndose aparentamente a los ejercicios militares Defender Europe-2020, que están teniendo lugar en Polonia) había provocado algunas preocupaciones en Minsk. Por lo tanto, durante una reunión del Consejo de Seguridad, el mandatario ordenó al Ministerio de Defensa que «vigile» de cerca a la Alianza.

Jrenin ordenó de inmediato el refuerzo de las tropas bajo el mando operativo occidental. Las fuerzas de la región de Grodno ya están participando en ejercicios militares, en los que toman parte batallones de infantería mecanizada y de tanques, así como fuerzas de artillería y tropas aerotransportadas.

Mientras tanto, Lukashenko afirma que su nación está tan fuerte como siempre y que está lista para repeler a cualquier invasor potencial, a pesar de las enormes protestas contra el Gobierno que estallaron después de las controvertidas elecciones presidenciales del domingo pasado.

«Aquellos que creen que el Gobierno aquí se está volviendo inestable, están equivocados», aseveró el presidente bielorruso. «No cederemos. Aquellos en el extranjero que afilen sus espadas se encontrarán con una firme resistencia».

Luego de las conversaciones de la Unión Europea sobre la crisis en la exrepública soviética, el primer ministro polaco Mateusz Morawieck señaló este miércoles que no hay razón para preocuparse por la situación en la frontera de Polonia con Bielorrusia.

Bielorrusia se ha visto afectada por las protestas durante más de una semana desde las elecciones presidenciales en las que Lukashenko fue declarado ganador. La oposición, la Unión Europea y algunos políticos rusos han cuestionado los resultados, argumentando que la votación fue manipulada.

Las naciones occidentales han acusado al Gobierno de Lukashenko de «falsificar» el resultado de las elecciones y reprimir las protestas. A su vez, el presidente bielorruso advirtió a Occidente que no interfiera en los asuntos internos de su país.