Aznar habló en Guayaquil, pero no sobre los presos por corrupción en su partido
En medio de la tensión es España por el encarcelamiento de Eduardo Zaplana acusado de blanqueo, cohecho, prevaricación y malversación de fondos públicos, este lunes 28 de mayo el expresidente de España y miembro del Partido Popular (PP), José María Aznar, ofreció una conferencia en Guayaquil sobre «Cómo hacer frente a la amenaza terrorista».
La exposición fue presentada por el excandidato presidencial, Guillermo Lasso, e inició con un recuento del gobierno de Aznar entre entre 1996 y 2004.
Lasso abordó el «milagro» económico de la administración de Aznar y del que fue parte Zaplana -detenido la semana pasada-. Con el encarcelamiento de este exfuncionario, son ya 12 los ministros de la administración de Aznar salpicados por la corrupción (su gabinete estaba conformado por 14 personas). El más sonado fue el de Rodrigo Rato quien ya recibió la condena de 4 años de cárcel.
Aznar, por su parte, resaltó su admiración hacia Lasso, su amigo y conocido -hace más de 20 años-. También expuso su esperanza política de que el banquero obtenga en algún momento la Presidencia de Ecuador.
Centrado en el tema de «Cómo hacer frente a la amenaza terrorista» contó su experiencia. Esta inició antes de ser presidente. En 1995 sufrió un atentado en coche bomba por parte del grupo ETA, organización terrorista nacionalista vasca que se proclamaba independentista.
No obstante, no fue su único encuentro terrorista ya que denunció que durante su mandato sufrió de 3 atentados más. El español dijo que fue importante no dejarse llevar por el miedo, pese a que su amigo Gregorio Ordóñez murió.
«A mí llegada al gobierno solo se habla sobre el empate del gobierno y el ETA. La conclusión de cómo terminaría esto era si el Estado daba una negociación política, pero el objetivo de mi mandato y de todos los que luchaban contra el terrorismo fue no aceptar una negociación con el fin de romper con ese empate», enfatizó.
Para el expresidente español, la lucha contra la corrupción debe ser «un compromiso ético y tarea honorable» y concluyó con que los conflictos contra el terrorismo acaban con «cuando uno gana y otro pierde. Y solo pueden perder ellos. El Estado o la democracia tienen que ganar siempre».
A pesar de que Aznar dio una exposición por 30 minutos, en su conferencia no aceptó ninguna pregunta; ni sobre la disolución del ETA (anunciada el pasado 2 de mayo), ni sobre la problemática terrorista que enfrenta el Ecuador frente a los grupos disidentes de las FARC; y, mucho menos, sobre la detención de varios miembros de su partido político por corrupción.(I)