Australia acepta extraditar a Chile a ‘la Chani’, la exespía de Pinochet acusada de varios secuestros que llevaba 30 años desaparecida
Un tribunal del estado de Nueva Gales del Sur ha aceptado la solicitud de extradición de la exagente chilena Adriana Rivas, requerida por la Justicia de su país por su participación en siete secuestros de miembros de la cúpula del Partido Comunista de Chile, durante la época en la que trabajaba para el régimen del dictador Augusto Pinochet.
Rivas, popularmente conocida como ‘La Chani’, que compareció telemáticamente ante el juez Philip Stewart desde la cárcel en la que se encuentra desde su detención en Sídney, en febrero de 2019, defendió su inocencia y atribuyó este proceso judicial a una trama política en su contra. El juez, sin embargo, repasó los argumentos de las partes y desestimó las tesis de la defensa de Rivas.
La justicia de Australia declaró extraditable a Adriana Rivas «La Chani* ex agente de la #DINA y secretaria de #ManuelContreras, acusada del secuestro y desaparición de siete personas (entre ellas Reinalda Pereira, embarazada) entre 1974 y 1979.#Justiciapic.twitter.com/eEGAM9FN2J
— Hugo Gutiérrez (@Hugo_Gutierrez_) October 29, 2020
‘La Chani’, de 67 años, habría participado en la brigada de exterminio Lautaro, dependiente de la Dirección de Inteligencia Nacional (la DINA, policía secreta del régimen de Pinochet), en la que llegó a ser la secretaria de Manuel ‘Mamo’ Contreras, máximo responsable del departamento, fallecido en 2015 mientras cumplía una condena de 400 años en una cárcel chilena. Se estima que la DINA asesinó a unas 3.000 personas.
Rivas lleva más de 30 años viviendo en Australia, donde trabajó como niñera y empleada doméstica, fuera del radar de las autoridades chilenas, para quien se encontraba en paradero desconocido. En 2006 viajó a Chile para visitar a su familia y fue detenida, pero logró fugarse y huyó nuevamente a Australia aprovechando un periodo de libertad provisional.
Ahora, el proceso de su extradición se puede prolongar durante años si las partes deciden apelar cada dictamen en los distintos escalones judiciales, hasta llevar la batalla legal a la Corte Suprema, máxima instancia judicial de Australia.