Asistente de la premio Nobel Aung San Suu Kyi es condenado a 20 años de cárcel por un tribunal militar de Myanmar
U Win Htein, un alto asistente de la derrocada líder civil de Myanmar y ganadora del Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, recibió recientemente la sentencia máxima de 20 años de prisión por alta traición, dictada por un tribunal militar.
«No es una sorpresa, pero es triste e indignante escuchar sobre la ridícula sentencia. Los perpetradores de esta injusticia pagarán por eso», dijo a los periodistas la hija de Win Htein.
De esta manera, el exdiputado U Win Htein se ha convertido en el primer miembro de alto rango de la Liga Nacional para la Democracia (partido dirigido por Suu Kyi) en ser juzgado y sentenciado por la junta que llegó al poder mediante el golpe militar del pasado 1 de febrero. Win Htein fue detenido pocos días después del golpe.
Su equipo legal, mientras tanto, ha declarado que presentará una apelación a esa condena.
Por su parte, Suu Kyi también enfrenta una serie de cargos que podrían llevarla a prisión durante décadas, como la importación ilegal y posesión de walkie-talkies, violar las reglas restrictivas impuestas por la pandemia de covid-19 y aceptar sobornos.
Suu Kyi había llegado al poder con una victoria electoral en 2015, después de décadas de arresto domiciliario.
El golpe de Estado
El pasado 1 de febrero tuvo lugar en Myanmar un golpe de Estado en el que los militares derrocaron al Gobierno encabezado por Suu Kyi, al tiempo que arrestaron al presidente del país, Win Myint, y a otros funcionarios de alto rango. El Ejército prometió devolver el poder a un gobierno civil tras la celebración de elecciones, previstas para 2023.
Después del golpe militar se desató una ola de protestas contra la junta, ante lo cual las nuevas autoridades cerraron el acceso a Facebook, la red social más popular del país, y luego bloquearon casi por completo Internet. Las protestas fueron reprimidas por los militares de manera violenta: más de 760 personas murieron, incluidos no menos de 50 niños, y más de 4.800 personas fueron arrestadas, entre ellas 80 periodistas.