«El cuerpo de la Policía Nacional, por desgracia, no tiene suficiente capacidad para ocuparse de todo en este momento. La Policía no siempre puede llegar a tiempo […] cuando hay explosiones o cualquier otra cosa», indicó Denisenko, y aseveró que un criminal «recibirá lo que se merece en cualquier caso: primero lo atarán a un poste y luego, sin duda, lo condenarán a 10 años».

Al mismo tiempo, el político dijo que los castigos extrajudiciales funcionan como método de disuasión para otras personas que piensen en cometer delitos.

«Esas acciones tienen un efecto mucho mayor en el saqueador que la amenaza de un castigo penal, ya que entiende que el castigo es aquí y ahora. Además, sirve de ejemplo para otros. Esto funciona como medida preventiva», sostuvo.

Desde el inicio del operativo ruso en Ucrania, se han compartido en las redes sociales muchas imágenes de personas castigadas de esta manera. En particular, desde Lvov, en el oeste del país, se difundieron este lunes las instantáneas de varias gitanas atadas en postes con caras pintadas de verde. La prensa local insiste que, supuestamente, «trataban de robar» a los pasajeros de un autobús, sin presentar ninguna prueba.