El pasado viernes, el presidente ruso, Vladímir Putin, declaró que la epidemia de coronavirus en el país «está retrocediendo», en gran parte gracias al trabajo de voluntarios.

Según las «estimaciones más conservadoras», los voluntarios brindaron asistencia «efectiva y práctica» a más de tres millones de ciudadanos, especialmente a aquellos que más lo necesitaban: discapacitados, enfermos graves y ancianos, subrayó el mandatario.

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