Los agentes de la Oficina del Sheriff del condado de San Luis Obispo (California, EE.UU.) arrestaron este martes a Paul Flores, de 44 años, acusado de asesinar a Kristin Smart, una estudiante que desapareció en mayo de 1996 mientras regresaba a su residencia después de una fiesta, informa Los Angeles Times.

El padre del sospechoso, Rubén Ricardo Flores, de 80 años, también fue detenido y está acusado de haber ayudado a su hijo a deshacerse de los restos de la joven, según reveló en una conferencia de prensa el comisario Ian Parkinson.

«A lo largo de toda nuestra investigación, Paul Flores ha sido una persona de gran interés», precisó el oficial. «A medida que el caso progresó, se convirtió en nuestro principal sospechoso».

Parkinson aseguró que en los últimos años han salido a la luz evidencias físicas del asesinato de Smart en la casa familiar del hombre involucrado, y se han conseguido declaraciones de testigos no entrevistados anteriormente. Las pruebas llevaron a la emisión judicial de órdenes de arresto para Paul y Rubén Flores, aunque el comisario no dio detalles específicos sobre la nueva evidencia.

Por otro lado, el jefe de la oficina policial recordó que, hasta ahora, el cuerpo de Smart no ha sido encontrado.

«Durante más de 24 años hemos esperado este día agridulce», expresó la familia de la víctima en un comunicado. «Oramos para que sea el primer paso para traer a nuestra hija a casa […] ponemos nuestra fe en el sistema de justicia y seguimos adelante, reconfortados al saber que Kristin ha estado en el corazón de tantos y que no ha sido olvidada».

Smart, de 19 años, estudiaba en la Universidad Politécnica Estatal de California. Fue vista por última vez en compañía de Paul Flores, quien era su compañero de clase, cuando volvía a su dormitorio tras asistir a una fiesta fuera del campus universitario.