Arrestan a dos actores y un director de fotografía en relación con la muerte de una modelo y su amiga, que fueron arrojadas frente a hospitales
El Departamento de Policía de Los Ángeles (EE.UU.) anunció este jueves el arresto de tres hombres en relación con la muerte de la modelo estadounidense Christy Giles y de su amiga, la arquitecta mexicana Hilda Marcela Cabrales Arzola, cuyos cuerpos fueron arrojados en las afueras de dos hospitales diferentes de la ciudad el mes pasado.
Se trata de un director de fotografía, Michael Ansbach, de 47 años, y los actores David Pearce, de 37 años, y Brandt Osborn, de 42, quienes fueron detenidos por los agentes este miércoles. Pearce fue acusado de homicidio involuntario y actualmente se encuentra detenido bajo fianza de un millón de dólares, mientras que Osborn y Ansbach fueron acusados de complicidad en homicidio y se les fijó una fianza de 100.000 dólares a cada uno. El caso será presentado al fiscal de distrito de Los Ángeles este 17 de diciembre.
«Se cree que ambas mujeres recibieron sobredosis de drogas en una residencia ubicada en la cuadra 8600 de Olympic Boulevard, en la ciudad de Los Ángeles. Los detectives de Homicidios de la Oficina Oeste respondieron y continúan investigando este caso», reza el comunicado de prensa emitido por la Policía. Se manifiesta allí, además, la preocupación de que «pueda haber otras víctimas en nuestra comunidad que podrían haber sido drogadas por uno o más de estos hombres».
¿Qué dicen los testigos?
Un amigo de las víctimas, que prefirió conservar el anonimato, aseguró haber visto a Pearce y Ansbach entre un grupo que se coló en la sección VIP de una fiesta a la que asistieron Giles y Cabrales Arzola en la madrugada del sábado 13 de noviembre. Según reveló, los hombres mostraron interés por las chicas y tuvieron un comportamiento «desagradable» y «enloquecido». Pearce se quitó la camisa, mientras Ansbach, que parecía «completamente sobrio», se puso a grabar el evento con una cámara profesional.
«Pudieron meterse en esa área, deben haber estado allí durante unos 30 minutos más o menos, hasta que alguien notó que no portaban las muñequeras adecuadas y los echaron. Pero ya me había ido en ese momento», relató el testigo. «Entraron actuando con mucha confianza, y la gente se deja engañar fácilmente por la confianza», agregó.
Otras dos personas, Alexandra Creteau y David Murrietta Jr., también actores, revelaron que Osborn les confesó durante una filmación en noviembre que había salido de fiesta con unas mujeres y después se deshizo de sus cuerpos.
«Me contó cómo se habían ido de fiesta, que dos chicas volvieron con ellos a su casa y ellas tenían un montón de drogas», contó Murrietta, detallando que Osborn tuvo que salir del apartamento para hacerse una prueba PCR para un rodaje comercial y cuando regresó, su amigo le informó que Giles estaba muerta.
«Él le tomó el pulso, se asustó, decidió no llamar al 911 y juntos acordaron qué hacer con el cuerpo». Así, para no «meterse en problemas«, resolvieron «dejar su cadáver frente al hospital de Culver City». Entre tanto, detectaron que el pulso de la segunda chica, Cabrales Arzola, aún latía pero muy débil, y necesitaban hacer algo con ella también. «La metí en el auto y decidí dejarla en un segundo hospital, para que no los atraparan», narró Murrietta lo que había escuchado.
¿Qué pasó?
La arquitecta mexicana Hilda Marcela Cabrales Arzola y la modelo Christy Giles, de 24 años, salieron de fiesta la madrugada del sábado 13 de noviembre en Los Ángeles. Tras asistir a una discoteca en West Hollywood, ambas fueron a un departamento del vecindario Pico-Robertson.
Las familias de las dos mujeres perdieron entonces comunicación con ellas. Hacia la tarde del sábado, la joven modelo fue encontrada muerta en una acera frente al Hospital del Sur de California, en Culver City. Por la noche, Cabrales Arzola fue abandonada frente a la clínica Kaiser, en el oeste de Los Ángeles.
La arquitecta fue encontrada en estado grave y, de acuerdo con un examen toxicológico, tenía heroína en su cuerpo. Fue declarada muerta el 24 de noviembre de 2021. Las familias de las dos jóvenes denunciaron que habían sido drogadas por extraños. Según la Policía, los hombres que arrojaron los cuerpos iban en un Toyota Prius negro, sin placas.