Arqueólogos rusos presentan un hallazgo «intrigante» hecho en una necrópolis romana de Crimea
Un hallazgo hecho en un yacimiento arqueológico de Crimea pone en evidencia que durante el Imperio Romano había más centros de producción de vidrio, más allá de los conocidos hasta ahora.
Historiadores del Instituto de Arqueología de la Academia Rusa de Ciencias han publicado un informe sobre el estudio de una rara copa de vidrio de finales del siglo II, o mediados del siglo III después de Cristo, encontrada en la necrópolis Frontovoye-3, cerca de Sebastopol, descubierta en 2018.
Pese a estudiar minuciosamente la decoración, la forma y la composición química del vidrio utilizando el método de espectroscopia de rayos X, no se pudo establecer el origen de la pieza, según un comunicado del Instituto de Arqueología.
La única conclusión a la que llegaron, fue que la copa procede de un taller de la periferia del Imperio Romano.
La copa de vidrio, de la época tardía del imperio, tiene el adorno de una serpiente y fue hallada en el sepulcro –que no ha sido saqueado por ladrones– de una mujer de entre 25 y 45 años. Junto a sus restos también había anillos de bronce y plata, broches, cuentas de vidrio y loza, lo que indica que la zona era próspera.
«La copa encontrada en el yacimiento Frontovoy-3 es un objeto caro para la época. Como regla general, las copas se elaboraban en tres grandes centros de fabricación de vidrio ubicados en Colonia, Panonia (donde actualmente está Hungría) y en la región donde hoy día hay Siria y Palestina. Se producían a partir de materias primas egipcias de alta calidad», comentó Larisa Golofast, investigadora en el Departamento de Arqueología Clásica de la Academia.
«Sin embargo, el hallazgo de Frontovoe-3 difiere de las copas que comercializaban estos centros. A juzgar por la composición del vidrio, no pudo haber sido fabricado en ninguno de los talleres conocidos. La decoración de la vasija es similar a las copas renanas, pero su forma no corresponde a los modelos que se hacían en Europa occidental. La copa no se puede asociar con ningún centro. Esto es realmente una intriga», concluyó.
La copa está hecha de vidrio transparente incoloro con un ligero tinte verdoso, y está decorada con adornos florales de vidrio blanco opaco y turquesa translúcido. También se observan imágenes estilizadas de brotes y hojas de hiedra.
Esta decoración se conoce como «decoración de hilo de serpiente», según indican los arqueólogos, porque las líneas del adorno se asemejan a serpientes retorciéndose. Tales copas se consideraban artículos de lujo y formaban parte integral de la mesa de la élite rural y urbana. Por lo general, solo se encuentran en sepulcros de personas acomodadas de Europa occidental.
«Es un recipiente muy raro. Solo se encontraron unos pocos de estos en Crimea y en toda la región del norte del mar Negro», explicó Golofast, y comentó que los arqueólogos encuentran estos recipientes en tumbas de personalidades realmente ricas de la época.
Sin embargo, en este caso procede de un sepulcro donde no había alguien adinerado, aunque existen tumbas de personas de alto rango social en la necrópolis de Frontovoe-3.
«Este hecho es interesante e inexplicable», comentó la experta.
La mayoría de las 328 tumbas de la necrópolis datan de la época romana, de las últimas décadas del siglo I y de principios del siglo V después de Cristo. Además, los científicos también han hallado cuatro estructuras de la Edad del Bronce. El complejo ocupaba un área de unos 14.000 metros cuadrados.
Durante las excavaciones, los arqueólogos hicieron un numeroso inventario. Hay más de 20.000 artefactos, de los cuales alrededor de 15.000 son cuentas y cuentas de vidrio, ámbar, azabache, cornalina, cristal de roca y calcedonia. En el lugar también se encontraron 587 vasijas de cerámica, así como unas 230 vasijas de vidrio. Además, también se han encontrado otros tipos de artefactos, como armas y artículos para el hogar y joyas, incluidas las hechas de metales preciosos.