Argentina enfrenta una semana clave para la renegociación de su deuda con el FMI
Argentina mantiene serias discrepancias con la política del Fondo Monetario Internacional (FMI) cuando está cerca el primer vencimiento de este año del préstamo que el organismo acordó con la anterior administración argentina, en el año 2018.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, sostiene que el país quiere llegar a un acuerdo, pero necesita más tiempo para pagar. Su intención es destinar los recursos obtenidos con el récord de exportaciones registrado el año pasado al fortalecimiento de la economía del país, y no al pago de la deuda.
Los casi 78.000 millones de dólares en los que se tradujeron las exportaciones acumuladas de 2021 es el dato más alto desde 2012 y supone un 20 % más que en 2019. Una cifra que ha permitido paliar las brutales pérdidas experimentadas en 2020 a raíz de la pandemia de coronavirus.
Pero estos números, conocidos en medio de la tensa negociación con el FMI, a pesar de ser unos índices alentadores de crecimiento económico, también se constituyen en uno de los principales escollos para que Argentina logre la renegociación de la deuda con el organismo internacional.
¿Crecimiento económico o ajuste del gasto público?
Así, la disputa se centra en el plazo en el que se debería lograr el equilibrio fiscal. La propuesta argentina, liderada por el ministro de Economía, busca acabar con el déficit en 2027. Proposición que el FMI rechaza.
Desde el punto de vista del economista Nicolás Pertierra, «lo que quiere el FMI básicamente es que Argentina crezca poco para que no use dólares en fortalecer su actividad económica y que destine esos dólares a los pagos de los vencimientos de deuda». Así, Pertierra defiende que «el FMI quiere que Argentina no crezca tan rápido y eso se logra con un ajuste más fuerte del gasto público, pero tiene un costo muy alto para la economía argentina».
Justo esta semana el presidente argentino, Alberto Fernández, pronunció un discurso con un mensaje contundente para el organismo internacional, en el que reafirmó la posición de su Gobierno, reivindicó el derecho que tiene Argentina a priorizar su crecimiento económico y dijo, además, que no se puede repetir la historia económica aplicando ajustes que luego debería pagar el pueblo argentino.