Alemania estaría recortando masivamente sus planes de rearme
El Gobierno de Alemania está reduciendo masivamente sus planes de rearme, debido al rápido aumento de la inflación y la fortaleza del dólar, que encarecen las compras planificadas, informa el periódico Handelsblatt, citando a representantes de las autoridades y de la industria de defensa familiarizadas con el asunto.
Con muchos proyectos, especialmente los de la Armada y la Fuerza Aérea, «que se ejecutan entre 5 y 7 años, la escalada de la inflación crea un grave problema financiero«, afirma una fuente familiarizada con el asunto. Así, algunos de los proyectos militares probablemente tendrían que cancelarse.
Los planes abarcaban un tercer tramo de la corbeta K130, nuevos aviones Eurofighter para la guerra electrónica, fragatas y obuses autopropulsados, que fueron ordenados para sustituir los sistemas entregados por el Gobierno alemán a Ucrania.
Además, la crisis económica y la difícil situación financiera provocada primero por la pandemia del covid-19 y luego por las sanciones occidentales contra Rusia, que afectaron al suministro de los recursos energéticos, pueden también socavar la compra de otras armas. Así, Alemania actualmente desconoce cuántos aviones de combate F-35 de fabricación estadounidense podría comprar.
El número de unidades en un segundo envío de vehículos de combate de infantería Puma, estimado en 304 millones de euros a principios de este año, también se está reduciendo semanalmente, anunció a Handelsblatt un político de la coalición gobernante.
Las cuentas no salen
La Oficina Federal de Auditoría se quejó de que los proyectos enumerados en el plan económico para el fondo especial de rearme excedían el marco financiero establecido de 100.000 millones de euros (más de 98.000 millones de dólares). Al mismo tiempo, los fabricantes de armas piensan que el tamaño de dicho fondo especial es demasiado pequeño, ya que «para cumplir los deseos de la Bundeswehr (las Fuerzas Armadas de Alemania), se necesitan 200.000 millones de euros» (más de 196.000 millones de dólares), declaró un gerente de una empresa del ámbito de la defensa.