Alcalde francés condenado por violación sigue gobernando desde su celda y llueven críticas de grupos feministas y partidos de la oposición

Georges Tron, alcalde de la localidad francesa de Draveil –que el pasado febrero fue sentenciado a prisión por violación y agresión sexual a una funcionaria subalterna– ha sido criticado por grupos feministas y la oposición por continuar dirigiendo la localidad desde su celda.

El político considera su encarcelamiento «un impedimento» y sigue gobernando el municipio, de 30.000 personas, comunicándose con su equipo a través de cartas. «Les voy a leer unas palabras del alcalde», así comenzó la reunión del Consejo Municipal de este miércoles, donde el diputado Laurent Rousset leyó un mensaje con las instrucciones vinculadas con el presupuesto de Draveil. «Les invito con toda mi determinación a que, incluso con la crisis, sigamos haciendo crecer la ciudad», citó a Tron, provocando el enfado de los seis concejales de la oposición, informa Le Nouvel Observateur.

Ante esta «dramática situación para la democracia», el grupo municipal opositor Transition Démocratique, Écologique et Sociale intentó presentar una moción para «destituir» al alcalde, de 63 años. «La gravedad de los hechos de los que es culpable Georges Tron lo priva indiscutiblemente de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones«, afirmó Gabrielle Boeri-Charles, miembro de esa organización política, recoge el periódico Ouest-France.

Por su parte, grupos feministas protestaron en las calles con una maqueta que representaba al alcalde encerrado detrás de las rejas. Los manifestantes señalaron que su negativa a renunciar era «escandalosa» y «repugnante».

Como el mandato de Tron puede ser retirado por decreto del Consejo de Ministros francés, los grupos feministas Osez le féminisme! (‘¡Atrévanse al feminismo!’, en español) y la Asociación Europea contra la Violencia de Género en el Trabajocrearon hace dos meses una petición en línea a través de la plataforma Change.org, en la que llamaron al Gobierno francés a promulgar un decreto para retirar al político de su cargo.

Se señala que es «inconcebible que un hombre condenado por violación conserve plenos poderes en un ayuntamiento, por consiguiente, las atribuciones de un funcionario del Registro Civil, de un agente de la Policía judicial».

El alcalde fue condenado a 5 años de prisión, pero tras el hecho de que el tribunal citó «la restricción moral» que tenía sobre la empleada en un papel subordinado, 2 años de la sentencia fueron suspendidos. Tron negó las acusaciones y presentó una apelación ante el Tribunal Supremo.