Advierten que «millones de alemanes» no podrán pagar sus gastos de calefacción

La Asociación Alemana de Inquilinos (DMB) teme que al menos un tercio de los arrendatarios alemanes con bajos ingresos no pueda pagar las crecientes facturas de energía, reporta Der Tagesspiegel. La asociación ha instado al Gobierno federal a tomar medidas y pide una reforma integral del subsidio de vivienda: el objetivo es elevar hasta 5.000 euros el límite de ingresos mensual familiar neto de quienes pueden solicitarlo. Además, debería incluir una tarifa plana anual para los gastos de calefacción y un componente climático.

«Son muchísimas personas», dijo el presidente de la DMB, Lukas Siebenkotten, al diario. «Estamos hablando de millones», advierte, ya que las personas que están justo por encima de cualquier prestación estatal se ven especialmente afectadas.

Además, los inquilinos de la asociación que no puedan pagar los elevados costes de la energía deben ser protegidos de las rescisiones de contratos y recibir un aplazamiento de la deuda durante 2 años. «También hay que proteger a los inquilinos de las rescisiones si no pueden hacer frente al aumento de los anticipos (fianzas o depósitos)», afirma Siebenkotten.

Por otra parte, Klaus Müller, director de la Agencia Federal de Redes (BNetzA), organismo gubernamental responsable de la regulación en los sectores de la energía, las telecomunicaciones y el ferrocarril, afirmó en una entrevista al diario Welt am Sonntag el 6 de agosto que solo ve una forma de evitar la escasez de gas en invierno: los hogares tienen que ahorrar masivamente.

«Los consumidores tienen que ahorrar al menos un 20%, mucho más que antes», afirma Müller, «en todos los demás escenarios, ya hay riesgo de escasez de gas en diciembre o tendremos bajos niveles de almacenamiento al final del próximo periodo de calefacción».

El transporte de gas a los países vecinos también tendría que reducirse en un 20%.

Según Müller, la producción de gas en Alemania mediante ‘fracking’, propuesta anteriormente por el primer ministro de Baviera, Markus Söder, no ayudaría a evitar una emergencia. Sostiene, además, que aún quedan al menos dos inviernos en los que Alemania seguirá dependiendo del gas ruso.

También expresó su preocupación por el hecho de que mucha gente esté comprando calefactores eléctricos, describiéndolo como una solución aún más cara.