En medio de la escalada bélica en la región esta semana, los ataques aéreos realizados por el Gobierno de Israel en Gaza han destruido edificios de gran altura, incluidos algunos residenciales, y varios grupos de derechos humanos han advertido que estas acciones podrían constituir «crímenes de guerra».

«Los ataques deliberados contra bienes de carácter civil y la destrucción generalizada e injustificada de propiedades son crímenes de guerra. Destruir edificios de numerosos pisos y dejar en la calle a decenas de familias constituye un castigo colectivo contra la población palestina y contraviene el derecho internacional«, sostuvo Saleh Higazi, subdirector para Oriente Medio y África del Norte de Amnistía Internacional.

«Incluso si parte de un edificio se utiliza con fines militares, las autoridades israelíes tienen la obligación de elegir los medios y métodos de ataque que minimicen el peligro para la población civil y sus bienes», puntualizó.

Las Fuerzas de Defensa de Israel celebran la destrucción de un bloque de viviendas en Gaza con un meme en Instagram

Higazi también recordó que «Israel tiene un horrible historial de ataques ilegítimos contra Gaza», que han dejado múltiples víctimas palestinas en el pasado. «Tanto las Fuerzas israelíes como los grupos armados palestinos han llevado a cabo, impunemente, crímenes de guerra y otras violaciones», aseguró instando a las partes a proteger a la población.

En la misma línea se pronunció B’Tselem, un grupo de derechos humanos israelí, que ha calificado de «crímenes de guerra» el bombardear torres de apartamentos que no son un objetivo militar.

Por su parte, la fiscal general de la Corte Penal Internacional (CPI), Fatou Bensouda señaló este miércoles que está observando de cerca el conflicto actual entre Israel y Hamás. «Observo con gran preocupación la escalada de violencia en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, así como en Gaza y sus alrededores, y la posible comisión de crímenes bajo el Estatuto de Roma», advirtió.

Escalada de tensión

Los ataques aéreos israelíes han dejado al menos 115 palestinos muertos en la Franja de Gaza, incluidos niños y mujeres, mientras que el número de heridos es de al menos 600.

La escalada de tensión ha alcanzado en los últimos días su punto álgido tras semanas de creciente hostilidad. La indignación de los palestinos ante las barreras de seguridad colocadas en Jerusalén Este durante el Ramadán y el desalojo de un vecindario árabe fueron unos de los detonantes de la ola de violencia.

El pasado lunes Hamás lanzó cohetes desde Gaza contra Israel en respuesta a lo que calificó de «crímenes y agresiones» israelíes. Las Fuerzas de Defensa de Israel respondieron con ataques aéreos contra la Franja de Gaza, que se han prolongado en los días siguientes y han provocado el derribo de edificios de gran altura en la zona.