Acusan a un policía neoyorquino de «actuar como agente ilegal» de China y espiar a los tibetanos
Baimadajie Angwang, de 33 años, oficial del Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York y reservista del Ejército de EE.UU., fue acusado este 21 de septiembre de actuar como agente ilegal de China, cometer fraude electrónico, hacer declaraciones falsas y obstruir un procedimiento oficial. El policía fue arrestado y se abrió en su contra una denuncia penal en un tribunal federal del Distrito Este de Nueva York.
«Se le acusa de violar su juramento como oficial de policía de la ciudad de Nueva York, [en términos] de proteger y servir a los ciudadanos (…), al informar a los funcionarios del Gobierno de la República Popular China sobre las actividades de los ciudadanos chinos en el área de Nueva York y desarrollar fuentes de inteligencia dentro de la comunidad tibetana en EE.UU.», declaró al respecto el fiscal federal interino, Seth D. DuCharme.
Por su parte, el subdirector de la División de Contrainteligencia del FBI, Alan E. Kohler Jr., indicó que el caso de Angwang «sirve como un recordatorio más de que China representa la mayor amenaza de contrainteligencia para EE.UU. y que el FBI y nuestros socios serán agresivos para investigar y detener tales actividades dentro de nuestra nación».
Según la denuncia y el memorando de detención presentados públicamente, Angwang —un nativo de la etnia tibetana de China y ciudadano estadounidense naturalizado, que reside en Williston Park (Nueva York)— actuó desde al menos 2014 «bajo la dirección y el control de los funcionarios del Consulado de la República Popular China en la ciudad de Nueva York».
Los acusadores sotienen que Angwang fue explícito sobre sus motivaciones y le dijo a su superior oficial chino que quería ser ascendido dentro del cuerpo de Policía de Nueva York para poder ayudar y rendir «gloria a China». Además, le habría dicho a su contacto que sus superiores en Pekín «deberían estar felices (…) porque han extendido su alcance hasta la Policía».
Más acusaciones
Además de supuestamente actuar como un agente ilegal de China, Angwang también está acusado de cometer fraude electrónico, realizar declaraciones materiales falsas y obstruir un procedimiento oficial. Como parte de su empleo en la Reserva del Ejército de EE.UU., Angwang tenía una autorización de seguridad de nivel ‘secreto’ y en el 2019 completó y presentó electrónicamente un formulario para una investigación de antecedentes, donde mintió al negar que tuviera contactos con un Gobierno extranjero, con su consulado o con ciudadanos extranjeros.
Si es declarado culpable, enfrentará una sentencia máxima de 55 años de prisión. De momento, la parte china no ha comentado las insinuaciones de las autoridades estadounidenses.