Acusan a McDonald’s de tener proveedores que recurren al trabajo esclavo y a la deforestación ilegal en Brasil
Proveedores brasileños de la compañía de comidas rápidas McDonald’s fueron acusados de delitos ambientales y laborales, vinculados con la deforestación, el trabajo precario y hasta mano de obra esclava, según relevó un informe elaborado por Repórter Brasil. La investigación no solamente refiere a productos vendidos en el país sudamericano, sino también en locales del resto de América, en Europa y Asia.
Uno de los puntos críticos es el de la cría de ganado, considerado como uno de los factores principales de incendios y deforestación ilegal. Entre las empresas proveedoras de McDonald’s que están cuestionadas aparece el frigorífico JBS, que compró animales de la Hacienda Copacabana en 2019, el mismo año en el que fueron rescatados nueve indígenas que trabajaban en condiciones similares a la esclavitud.
Además, el frigorífico JBS posee más de 30 mataderos en todo el país, inclusive en el Amazonas, donde los informes muestran que la deforestación ilegal también se produce dentro de los terrenos propiedad de la compañía.
Otro de los productos evaluados es el café. De acuerdo con el informe, McDonald’s afirma que 98,1 % del producto utilizado tiene origen en fuentes sostenibles, muchas de ellas certificadas. No obstante, se advierte que existen conglomerados cafeteros certificados que tienen un historial de infracciones laborales.
El caso detallado es el de la multinacional italiana Segafredo, perteneciente al grupo Massimo Zanetti, que controla un área de producción propia en el municipio de Pimenta, Mato Grosso. Su granja estuvo certificada por Rainforest Alliance hasta mediados de 2020, pero perdió ese estatus porque en una auditoría se constató el uso de agrotóxicos en áreas prohibidas. El año anterior, además, la propiedad había recibido dos multas por la imposición de jornadas laborales excesivas y por no otorgar a sus trabajadores el tiempo mínimo de descanso estipulado por la ley.
Frente a estas acusaciones, sus dueños negaron irregularidades y aseguraron que toda la operación respetó los requisitos legales. Por su parte, el grupo Massimo Zanetti afirmó que en los «últimos tres años» el porcentaje de café vendido a McDonald’s por la hacienda Nossa Senhora da Guia «fue igual a cero».
El caso de las naranjas
La empresa brasileña Sucocítrico Cutrale es el principal proveedor de naranjas para jugo que tiene Coca Cola, compañía que le vende el producto terminado a McDonald’s.
Según relataron en agosto de 2021, los recolectores que trabajan en los campos de la región de Araraquara, San Pablo, sufrieron una reducción significativa de la renta durante la pandemia, ya que la firma dejó de entregar los vales de comida. También suspendió el pago de las horas utilizadas para el desplazamiento a las plantaciones. Otra denuncia apuntó a la falta de equipos de protección individual y de baños, así como el despido de mujeres que comunicaron su embarazo.
El último punto que vincula a McDonald’s con las irregularidades en la producción de alimentos en Brasil es el de la soja. Si bien la casa de comidas rápidas aseguró que todos sus locales trabajan con cadenas productivas que no recurren a la deforestación, una de las empresas que le vende soja certificada está vinculada a ese tratamiento ilegal de la tierra.
Se trata de SLC Agrícola, dueña de 16 granjas en el país. De acuerdo con la organización Chain Reaction Research, en áreas en las que la compañía tiene sus tierras se produjo una gran pérdida de cobertura forestal durante la última década. En una de ellas, ubicada en el municipio de Tasso Fragoso, en el estado de Maranhão, durante el primer semestre de 2020 la empresa desmontó 4.600 hectáreas de una propiedad que ya se había quemado el año anterior.
La defensa de McDonald’s
La compañía no respondió de manera puntual a ninguna de las afirmaciones de Repórter Brasil. Sin embargo, ratificó su preocupación por la conservación forestal y el apoyo a las personas y comunidades que dependen de ella.
En una nota, McDonald’s asegura que «espera el estricto cumplimiento» de su Código de Conducta para Proveedores y «toma muy en serio las denuncias de violaciones de derechos humanos». «Tomamos medidas para combatir el trabajo forzoso y apoyar las cadenas de suministro basadas en la no deforestación en todo nuestro sistema», agregó.