Acabar con el covid-19 y poder crear vacunas en un máximo de 100 días: las claves de la Declaración de Salud del G7
Después de tres días de trabajo y de reuniones en la cumbre en Cornualles, Inglaterra, los líderes del G7 han emitido en la bahía de Carbis una ambiciosa Declaración de Salud, en la que se comprometen a trabajar juntos y con rapidez «para poner fin a la pandemia del covid-19» y advierten que «la próxima podría llegar en cualquier momento».
Además de abogar por un sistema sanitario mundial reforzado, «basado en la transparencia, colaboración y rendición de cuentas», y de fortalecer la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyo papel califican de «crucial», el club de las democracias adineradas prometió invertir en sus propios sistemas de salud, al tiempo que subrayó la importancia de aumentar las «capacidades de vigilancia y de secuenciación del genoma, asegurando que ayudará a desarrollar esas capacidades a quienes no pueden hacerlo.
El punto clave de la declaración es la promesa de reducir el tiempo de la creación de vacunas contra nuevas enfermedades infecciosas —tanto en su desarrollo como en su registro— hasta un total de 100 días.
«Trabajaremos juntos para invertir en innovación ahora, con el objetivo de que haya vacunas, terapias y diagnósticos seguros y eficaces en un plazo de 100 días a partir de la declaración de una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional, en consonancia con nuestros principios básicos de acceso equitativo y normas reglamentarias estrictas, y teniendo en cuenta el carácter impredecible de las futuras emergencias sanitarias», afirman los líderes del G7 en el documento.
En el marco de la lucha contra la actual pandemia, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Japón y Estados Unidos se han comprometido a proporcionar 1.000 millones de dosis de fármacos anticovid para ayudar a los países más pobres a vacunar a sus poblaciones, ya sea directamente o mediante financiación al Covax, Fondo de Acceso Global para Vacunas Covid-19.