4 claves sobre la salida de prisión del exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas por un ‘habeas corpus’ que el Gobierno ya apeló
El domingo 10 de abril, el exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas (2013-2018) salió del Centro de Rehabilitación Social Regional Sierra Centro Norte Cotopaxi, donde se encontraba cumpliendo las dos sentencias que tiene en su contra, luego que se le concediera un ‘habeas corpus’.
El Gobierno ecuatoriano, descontento con la decisión a favor del exvicepresidente, apeló el fallo y está a la espera de una resolución.
1- Las sentencias
Glas cumplía en el Centro de Rehabilitación Social Regional Sierra Centro Norte Cotopaxi, a unos 110 kilómetros al sur de Quito, dos condenas ejecutoriadas (firmes).
La primera de esas sentencias le fue dictada en diciembre de 2017, cuando fue condenado a seis años de prisión por el delito de asociación ilícita en el ‘Caso Odebrecht’.
Posteriormente, en 2020, fue sentenciado a otros ocho años de cárcel por el delito de cohecho agravado en la causa conocida como ‘Sobornos 2012-2016’, por la que también fue condenado el expresidente Rafael Correa.
Hay un tercer fallo en contra de Glas, por el denominado ‘Caso Singue’, por el que en enero de 2021 fue sentenciado a ocho años más de prisión. Sin embargo, esta condena no está ejecutoriada; la audiencia de apelación se fijó para el 11 de mayo de 2022.
2- Los recursos interpuestos
Durante estos últimos años, en busca de acelerar la salida de prisión de Glas, la defensa del exvicepresidente ha introducido varios recursos ante la Justicia ecuatoriana, como dos solicitudes para unificar las penas, una petición de prelibertad (o régimen semiabierto) y tres ‘habeas corpus’.
Todos estos recursos les fueron negados por los jueces que conocieron los pedidos, menos el último ‘habeas corpus’, que le fue concedido el pasado sábado por el juez Diego Moscoso, de Manglaralto, en la provincia de Santa Elena.
El juez dispuso la inmediata liberación de Glas e impuso medidas alternativas a la prisión, como prohibición de salida del país hasta que culmine su pena y la presentación el primer lunes de cada mes en la Unidad Judicial del Guayas.
Edison Loaiza, abogado de Glas, dijo a la prensa que el recurso de ‘habeas corpus’ fue otorgado al exvicepresidente ante «la grave situación de salud» que atraviesa y debido a que su vida corría peligro en la cárcel donde se encontraba, uno de los tantos centros penitenciarios del país donde han ocurrido amotinamientos y masacres que en 2021 dejaron más de 300 muertos, de acuerdo con un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En julio de 2020, en entrevista con RT, Fausto Jarrín, quien también era abogado de Glas, dijo que el exvicepresidente padece una espondilitis anquilosante, una forma crónica de artritis.
A finales del año pasado, el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria, dependientedel Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, urgió al Gobierno de Ecuador a tomar acciones inmediatas para resguardar la seguridad y el bienestar deGlas, y recomendó otorgar «medidas alternativas a la detención, incluyendo la liberación anticipada u otras medidas no privativas de libertad».
3- La liberación
El domingo, cerca del mediodía, Glas salió de la cárcel, después de permanecer 1.645 días recluido. Al salir del centro de privación de libertad se encontró con decenas de seguidores, que se apostaban en el lugar.
Caminó cerca de 300 metros, saludó y se fotografío con los simpatizantes; y, luego, subió a una camioneta, que lo llevó hasta la ciudad de Guayaquil, con paradas en varias ciudades en el camino.
A Guayaquil llegó pasadas las 21:00 (hora local) y se reunió con sus seguidores en el coliseo River Oeste, donde lo esperaron durante varias horas, y las consignas que se escucharon fueron «Glas, amigo, el pueblo está contigo» y «Glas presidente».
«Yo salgo de la cárcel con el corazón limpio de rencor y de odio y he perdonado a todos los que me hicieron esto», dijo el exvicepresidente y añadió: «No tengo un átomo de arrepentimiento de lo que hicimos por la patria».
4- Apelación
En el Gobierno se notó el descontento con la decisión que tomó el juez Moscoso a favor de Glas; sin embargo, en un primer comunicado el mismo sábado, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores del Ecuador (SNAI) informó que acataba el fallo.
Posteriormente, el domingo, el SNAI indicó que, por orden de la Presidencia y del Ministerio de Gobierno, interpuso un recurso de apelación a la medida que permitió la salida de Glas de prisión.
El documento fue publicado por el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, en su cuenta en Twitter. En él se argumenta que Moscoso no era competente para esta causa, en función del territorio; y que el ‘habeas corpus’ sería «improcedente», debido a que Glas cumplía en prisión dos sentencias condenatorias ejecutoriadas.
«Este Gobierno rechaza categóricamente la decisión del juez en el caso Glas y por eso dimos la disposición al SNAI para que interponga los recursos jurídicos correspondientes y que la justicia actúe también en el ámbito de sus competencias», dijo Jiménez en un mensaje emitido la noche del domingo.
Desde la Procuraduría General también hubo un pronunciamiento por la excarcelación de Glas, en el que señala que continuará «con las acciones de ejecución de las sentencias dictadas» en contra del exvicepresidente.
Por su parte, el Consejo de la Judicatura comunicó que, al tratarse de una actuación y decisión jurisdiccional, esta institución está obligada a respetar el principio de independencia interna, por lo que «no le corresponde pronunciarse sobre el fondo de la decisión del juez» ni iniciar un procedimiento disciplinario de oficio contra el letrado.
De momento, el Gobierno dispuso que haya vigilancia continua al exvicepresidente. «La orden del presidente (Guillermo Lasso) fue expresa y pidió una orden de vigilancia 24 horas, los siete días de la semana para Glas. Él no va a estar nunca sin la vigilancia de policías, que impedirán que este sujeto pretenda escabullirse», dijo el consejero presidencial Diego Ordóñez.