1.100 policías y 632 órdenes judiciales: histórica megaoperación contra la banda criminal más poderosa de Brasil

La Policía brasileña lleva a cabo este lunes una megaoperación en 20 estados contra miembros del Primer Comando de la Capital (PCC), la banda criminal más poderosa de Brasil.

En un comunicado, las autoridades informan que la operación, bautizada como ‘Caja fuerte’, investiga el tráfico de drogas y lavado de dinero del PCC, organización criminal que nació en las prisiones de Sao Paulo en la década de los 90 y que actualmente cuenta con ramificaciones en todos los estados de Brasil.

Un total de 1.100 policías cumplen 632 órdenes judiciales, entre ellas 422 de prisión preventiva y 201 de allanamiento. Además, la Justicia determinó el bloqueo de 252 millones de reales (unos 46 millones de dólares) de cuentas del PCC.

#Operação#CaixaForte, a maior operação contra facção criminosa da #história. 1.100 policiais federais, estão dando cumprimento a 422 Mandados de Prisão e 201 Mandados de Busca e Apreensão, em 19 Estados da Federação e no Distrito Federal. pic.twitter.com/7oh5EvfE27

— Polícia Federal (@policiafederal) August 31, 2020

Según la Policía, se trata de la mayor operación realizada por la corporación en términos de número de estados, arrestos y valores incautados.

«Es una operación histórica (…) que ha llevado a localizar un esquema de lavado de dinero y de ver cómo se mueve. El objetivo, sobre todo, es desmantelar, desestabilizar y romper la parte financiera de la organización criminal», explicó el comisario Elvis Secco.

Subsidios a los presos

Según la investigación, 220 personas que se encuentran actualmente en diferentes presidios recibían un subsidio mensual del PCC por ocupar «cargos de alto rango» en la organización criminal o realizar «misiones, como la ejecución de funcionarios públicos».

Por su parte, Alexander Castro, coordinador de la Fuerza Integrada de Combate al Crimen Organizado de Minas Gerais, explicó que los pagos variaban dependiendo del cargo del preso.

Los pagos se realizaban a través de personas que no pertenecen al PCC, con el objetivo de evitar la identificación de los recursos por parte de las autoridades.